UNION CRISTIANA  
 
  ¿QUIENES SON LOS CRISTIANOS? 26-04-2025 08:14 (UTC)
   
 
¿QUIENES SON
LOS CRISTIANOS?

Dr. Jaime Ortiz Hurtado

CONTENIDO


INTRODUCCIÓN

CAPITULO I
REFERENCIAS HISTÓRICAS


A. ALCANCE DEL TERMINO EVANGÉLICO
B. ORIGEN HISTÓRICO Y ORIGEN DOCTRINAL
C. INTERPRETACIÓN DE LOS 20 SIGLOS DEL CRISTIANISMO
D. TRES TESIS HISTÓRICAS
E. EL LUGAR DE LA IGLESIA
F. DEL SIGLO XVI AL SIGLO XX


CAPITULO II
LAS CREENCIAS DE LOS EVANGÉLICOS


A. DOCTRINAS COMUNES A TODOS LOS CRISTIANOS
B. DOCTRINAS SOSTENIDAS POR LOS EVANGÉLICOS
a. SOLO LA ESCRITURA
b. SOLO LA FE PERSONAL
c. LA SOLA MEDIACIÓN DE JESUCRISTO
C. LA DIVERSIDAD DOCTRINAL EVANGÉLICA
D. CONTENIDO DOCTRINAL ESPECÍFICO
E. LA BIBLIA PROTESTANTE


CAPITULO III
LA LITURGIA (EL CULTO) DE LOS EVANGÉLICOS

A. SOLO DIOS DEBE SER ADORADO
B. DIOS DEBE SER ADORADO POR LA MEDIACIÓN DE JESUCRISTO
C. DIOS ACEPTA LA ADORACIÓN TRIBUTADA EN EL ESPÍRITU SANTO
D. EL CULTO CRISTIANO SE SIGUE POR CRITERIOS REVELADOS
E. LOS ELEMENTOS DEL CULTO DADOS EN LA BIBLIA
F. LA DIVERSIDAD DEL CULTO EVANGÉLICO

CAPITULO IV
EL GOBIERNO DE LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS


A. CONTENIDO DEL CONCEPTO
B. DIVERSIDAD FORMAL
C. DOCTRINAS PRINCIPALES
APÉNDICE: LA UNIDAD VISIBLE DE LA IGLESIA


SEGUNDA PARTE

CAPITULO V
LOS EVANGÉLICOS Y LA DEMOCRACIA

A. PERSPECTIVA HISTÓRICA
B. CONCORDANCIA DE ELEMENTOS
C. FUNDAMENTOS DEMOCRÁTICOS
     a. LA IGUALDAD, DIGNIDAD Y DEBILIDAD DEL HOMBRE
     b. LA LIBERTAD Y LOS DERECHOS INHERENTES
     c. LA SEPARACIÓN DE LA IGLESIA Y EL ESTADO

CAPITULO VI
LOS EVANGÉLICOS Y LA POLÍTICA

A. LA IGLESIA Y EL ESTADO
B. LA IGLESIA, DEUDOR A LA SOCIEDAD
C. EL EVANGELIO Y LOS PARTIDOS POLÍTICOS
D. PORQUE EL EVANGÉLICO SE INTERESA EN LA POLÍTICA
E. EL MOVIMIENTO “UNIÓN CRISTIANA”
F. LOS PRINCIPIOS ESPIRITUALES DEL BUEN GOBIERNO

CAPITULO VII
LOS CRISTIANOS EVANGÉLICOS FRENTE AL PAÍS

A. LA POLÍTICA Y SU FUNCIÓN
B. LOS CRISTIANOS Y SU PARTICIPACIÓN EN LA POLÍTICA
C. MINISTERIO PASTORAL Y SERVICIO PÚBLICO
D. LOS PRINCIPIOS DE DIOS EN LA SOCIEDAD
E. LA LIBERTAD Y ACCIONES DE TUTELA
F. UNIÓN CRISTIANA Y UNIÓN DE LOS CRISTIANOS
G. LA POLÍTICA COMO MINISTERIO
H. POR QUE DEBEMOS PARTICIPAR?
I. LOS EVANGÉLICOS Y LA PAZ
J. FRENTE A LOS PARTIDOS TRADICIONALES
K. PERFIL DE FUTUROS CANDIDATOS




INTRODUCCIÓN
El •Palo• político en Colombia, en las elecciones para Delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, fue Sin lugar a dudas el surgimiento de los •evangélicos•, con un apoyo electoral que sorprendió a todos los analistas, y del que se ocuparon ampliamente todos los medios de comunicación social. De ahí pasaron a la Comisión Especial Legislativa, o •Congresito•, y en las últimas elecciones obtuvieron curules en el Senado, la Cámara de Representantes, varias Asambleas, algunas Alcaldías y en más de setenta Concejos municipales del país.
 
Pero no sólo en Colombia han emergido los •evangélicos• a la vida pública. El mismo fenómeno se observa en Brasil, Perú, Argentina, Guatemala y Venezuela. ¿Quiénes son los Evangélicos?. Esta pregunta requiere respuesta. ¿Están detrás de ellos, como se supone, intereses foráneos?. ¿Son una amenaza para la cultura y la religión mayoritaria, todavía, en los pueblos latinoamericanos, y particularmente en Colombia?. ¿Son sus creencias un peligro, o una alternativa espiritual y moral válida?. Como el fenómeno parece irreversible, es urgente es imperativo considerarlo con la mayor objetividad posible.
 
El presente trabajo no tiene perspectiva apologética ni polémica. Se pretende exponer unas síntesis de las creencias y las posiciones y los compromisos de los cristianos• evangélicos latinoamericanos. Recurriendo a las propias fuentes, el autor desea presentar objetivamente quiénes son los evangélicos. Si en algún momento se hace reverencia a otras expresiones del Cristianismo, no es con intención adversa siglo para que se comprenda lo nuevo que nos predican, los evangélicos, en comparación con lo que ya se conoce en Colombia.
 
En siete capítulos breves, verdadera síntesis temática, divididos en dos partes generales, se concentra la presente exposición. En la primera parte se tratan asuntos más específicamente religiosos, como la referencia histórica al surgimiento de los protestantes (como también se les llama genéricamente), las creencias más distintivas, su liturgia y su forma de gobierno. En la segunda parte abordaremos el aspecto más político y social. Nos ha interesado investigar la relación de los evangélicos con la democracia, su perspectiva de la política y su posición con relación al país.
 
El conocimiento del “hecho evangélico”, ya todo un estamento en la realidad colombiana, es imperativo para los Colombianos a quienes nos interesa el presente y el futuro de la patria, no sólo en su aspecto político social, sino también moral y espiritual. A cumplir ese objetivo se encamina este libro. El autor espera lograrlo en aceptable medida.

Santafé de Bogotá, Colombia,
Febrero de 1995.
Referencias Históricas
 
A.- Alcance del termito “Cristiano Evangélico”,
 
 
 
Nuestro primer campo de examen a respecto de los Cristianos Evangélicos es el aspecto histórico. ¿De donde surgen los Cristianos Evangélicos?. Como se trata de observar una realidad de carácter religioso, y ésta se expresa históricamente en muy diversas concepciones, es de rigor precisar, en primer lugar, el alcance del término que identifica tal expresión espiritual, Sólo nos interesa en este estudio examinar el fenómeno religioso que se manifiesta en el cristianismo histórico, como se expresa a través de los Cristianos Evangélicos.
 
 
 
Pero los Cristianos Evangélicos no son una entidad homogénea, sino muchos grupos particulares. ¿A cuál de ellos estamos haciendo referencia?.  A todos, en general. A la vez, en justicia para con ellos, cuando se habla de “ Cristianos Evangélicos” no se deben incluir grupos que no caben bajo esta denominación. Quienes no profesan, por ejemplo, las verdades fundamentales del cristianismo histórico, no son evangélicos. Pero la realidad es que dentro del cristianismo hay diversas expresiones   doctrinales,   litúrgicas   y organizacionales, que diferencia a unos de otros.
 
 
 
Dentro del Cristianismo hay Ortodoxos, Católicos y Cristianos Evangélicos. Sólo con relación a estos últimos nos ocupamos en este estudio.
 
El objetivo de presentar a los Cristianos Evangélicos en forma general, sin particularizaciones o por grupos, nos exime a la vez de detenernos en ciertas expresiones denominacionales, que en buena medida representan el conjunto evangélico que se desea abarcar, pero que son objeto de una referencia mis analíticas. Lo que nos ocupa en el presente estudio es el aspecto general, amplio. Precisemos, dentro de lo dicho, un poco más. La pregunta es:
 
 
 
¿A quiénes comprende el término Cristiano Evangélico, en la presente exposición?.
 
 
 
EI autor parte del hecho de que los llamados Cristianos Evangélicos, no son una secta, ni tampoco un conjunto de sectas, como se les califica muy ligera e inadecuadamente. Tampoco los Cristianos Evangélicos son una Organización o Institución, en el sentido estricto de tales términos.
 
 
 
Si atendemos a la comprensión que los Cristianos Evangélicos tienen de si mismos, debemos usar el término FAMILIA: los evangélicos se comprenden a sí mismos con o una familia de diferentes agrupaciones religiosas (cada una llamada (Denominación), con elementos claramente reconocidos como comunes, a la voz que con toda libertad externan su diversidad. Estos dos elementos, la UNIDAD y la DIVERSIDAD, son bien identificables en la familia Cristiana Evangélica.
 
 
 
Hay unidad en los fundamentos espirituales y doctrinales mayores; hay diversidad en muchos Énfasis de lo que ven en el multiforme evangelio de Dios (I Pedro 4: 10), que no se agota en ninguna expresión doctrinal, litúrgica o estructural, ya que
 
 
 
 
es válido y propio de un Cuerpo que tenga muchos miembros (esta noción surge, entre otros textos, de I de Corintios 12). Este aspecto lo abordaremos con mayor amplitud al considerar las doctrinas de los Cristianos Evangélicos, Los Cristianos Evangélicos, entonces, integran los grupos de cristianos diferentes a los católicos romanos y ortodoxos, que se identifican y comparten las grandes verdades del cristianismo bíblico. En este sentido restringido, no pertenecen a la familia evangélica quienes no comparten tales verdades.
 
 
 
Concretamente podemos decir que los grupos religiosos que se fundamentan en Filosofías ocultas o esotéricas, o en filosofías orientales, o concepciones religiosas ajenas a la revelación sagrada, que los Cristianos Evangélicos reconocen sólo en la Biblia, no pertenecen a los ellos. Dentro del amplio círculo de la familia Evangélica sólo podemos ubicar a los grupos que comparten las verdades fundamentales del cristianismo bíblico.
 
 
 
A modo de ilustración, podemos mencionar como doctrinas que caracterizan a todos los evangélicos, la fe en un sólo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo; la salvación únicamente por la persona y la obra de Jesucristo; la revelación sagrada o Santa Biblia, como la UNICA fuente autoritativa de doctrina y moral; el Credo Apostólico como su credo; el Padre Nuestro como su oración común, etc
 
 
 
Atendiendo a su énfasis en la persona de Jesucristo, es decir, a su concentración cristológica, los Cristianos Evangélicos son, en síntesis, cristianos.
 
Seguramente este último calificativo sea más exacto que el de simplemente Evangélicos. En nuestro estudio seguiremos usando el término adoptado, por la
diferenciación común que se establece en la opinión pública con el cristianismo católico.
 
 
 
ORIGEN HISTORICO Y DOCTRINAL.
 
Los Cristianos Evangélicos, no son una religión nueva. Ellos mismos hacen clara distinción entre su origen HISTORlCO y su origen DOCTRINAL. Este último es el verdaderamente importante para ellos.
 
 
 
Históricamente, los Cristianos Evangélicos, surgen con la Reforma Protestante del siglo XVI. Son, entonces, genéricamente protestantes, Pero doctrinalmente los Cristianos Evangélicos sostienen que las creencias se encuentran únicamente en la Biblia, reconocida como La Palabra de Dios, UNICA fuente de fe y moral para el cristiano. Para los Cristianos Evangélicos la Reforma Protestante del siglo XVI significo, histórica y doctrinalmente, no el surgimiento de una religión o conjunto de doctrinas nuevas, sino sencillamente el REGRESO, por una parte de cristianos, al cristianismo prístino y auténtico, tal como surge de las Sagradas Escrituras, sin ningún aumento doctrinal eclesiástico. Respecto de los reformadores clásicos, Lutero, Calvino, Zwinglio, etc., los Cristianos Evangélicos sostienen que tales líderes religiosos NO inventaron ninguna doctrina nueva, sino que su lucha fue por regresar, como cristianos, a la única fuente de verdad religiosa, la Santa Biblia. Ninguna denominación Evangélica sostiene doctrina alguna por ser luterana o calvinista. Las enseñanzas de los reformadores se subordinaron totalmente a la Palabra de Dios. Ellos mismos, en su momento, así lo exigieron.
Según los Cristianos Evangélicos, la razón histórica y doctrinal para el surgimiento de la Reforma Fue el sensible DESVÍO del cristianismo tradicional de la fe que surge de los libros sagrados.
 
 
 
C.I Interpretación de los 20 siglos del cristianismo. Gráficamente, los Evangélicos interpretan los veinte siglos de la historia del cristianismo de la siguiente manera:
 
 
 
Aunque el gráfico se explica por si mismo, especifiquemos lo siguiente:
 
 
 
1.-
   La orden expresa y formal de Jesucristo a sus discípulos, dada poco tiempo antes de su partida, fue que ellos deberían permanecer en El y en su palabra (Evangelio de Juan, capitulo 16). La fe de la iglesia sólo puede estar cimentada en la Palabra que Dios nos ha dado.
2.-   Durante los tres primeros siglos del cristianismo, bajo la influencia muy cercana de la enseñanza de los Evangelios y la doctrina apostólica, se evidenciaba una gran Fidelidad y celo por la fe una vez dada a los santos. Las conversiones eran muy genuinas. El fuego de la persecución purificaba el testimonio. El compromiso con Jesucristo era muy directo y profundo.
 
 
 
3.-   A partir del siglo IV, cuando el Cristianismo se une al imperio de Constantino, el cuadro cambia profundamente. Las conversiones en masa dejaban mucho que desear. Los intelectuales que adherían a la fe, sin una genuina conversión, interpretaban el cristianismo a partir de su filosofía pagana.
 
 
 
El platonismo y el aristotelismo se introdujeron al cristianismo. Las fuentes escritas de la verdad revelada (pergaminos escritos a mano de muy limitada circulación) eran muy escasas y de difícil acceso. Surgen, así, muchas ideas religiosas de origen no cristiano, no bíblico, que se van introduciendo en formas de nuevas doctrinas que distorsionan la Fe.
 
 
 
Los historiadores registran el surgimiento de algunas prácticas ajenas al cristianismo primitivo y de origen claramente pagano. La siguiente  relación no es taxativa; sólo ilustra el lento pero progresivo desvío de las verdades distintivas del cristianismo del Nuevo Testamento. En el siglo IV surgieron prácticas ajenas al cristianismo: el rezo por los difuntos; el uso de las velas; el culto a los santos y la institución de la Misa. En el siglo V surgió el culto a la Virgen. En el siglo VI apareció la doctrina del purgatorio. En el siglo VII se hizo obligatorio besar los pies del obispo de Roma. La doctrina del poder temporal de la
Iglesia surgió a finales del siglo VIII, siglo en el que también apareció la práctica de adorar las imágenes y reliquias. El uso del agua bendita surgió a finales del siglo IX. La canonización de los santos apareció en el siglo X. La institución de las fiestas de los fieles difuntos pertenecen al siglo XI, siglo en el que también se instaura la doctrina del celibato y  con él el dogma de la infabilidad de la Iglesia.
 
 
 
También surgió en este siglo el uso del rosario. La institución de la Santa Inquisición pertenece al siglo XII y también la venta de indulgencias. En el siglo XIII aparecen la confesión uricular, el dogma de la transubstanciación (según el cual la hostia se convierte en el propio Cuerpo de Cristo). En este mismo siglo, mediante bula papal, se prohíbe la lectura de la Biblia (1229). En el siglo XIV se instituye el Ave María como rezo oficial.
 
 
 
Los Cristianos Evangélicos califican a tal inventario de doctrinas como El desvío de la Palabra de Dios.
 
 
 
4.-   En el siglo XVI surgió la Reforma Protestante.
 
 
Ella protestaba en contra de todos esos desvíos doctrinales, juntamente con otros factores, muy graves, que no corresponde examinar aquí. Para los protestantes, el cristianismo se había desfigurado por la introducción de ideas, prácticas y doctrinas no bíblicas e incompatibles con la enseñanza bíblica. Toda formulación teológica es provisional y está subordinada a la Palabra de Dios. Fue su punto de partida para oponerse a tanta doctrina no revelada en las Escrituras.
 
 
 
La Iglesia misma está bajo la Palabra de Dios; es sierva de la Palabra, no Mater et magistra (Madre y Maestra) de la misma. Ante tales pronunciamientos, la iglesia Católica respondió con un movimiento de contra reforma que incluye excomuniones y persecución.
 
 
Eso no detuvo el movimiento reformador. Así surgió históricamente la rama protestante del cristianismo, que recusa adiciones a la revelación sagrada, por parte de la iglesia.
 
 
 
D. Tres tesis históricas,
 
 
 
Para los protestantes, las noventa y cinco tesis de Martín Lutero y el conjunto de las predicaciones de los reformadores, se pueden resumir en tres proposiciones doctrinales, tesis, que comprenden los asuntos centrales de la polémica religiosa de aquel momento, y hasta el presente:
 
1.-   Sólo Dios es Señor de la conciencia y por eso sólo su Palabra obliga al cristiano. La iglesia no puede imponer doctrina alguna que no este plenamente revelada en las Sagradas Escrituras. La Palabra de Dios ha de ser examinada personalmente por cada cristiano y acatada en su integridad y exclusividad. El símbolo de un libro abierto, la Biblia, es el símbolo básico de la Reforma.
 
 
 
Biblia abierta, libre examen.
 
 
 
Pero libre examen no quiere   decir   libre interpretación. Lo primero que debe saber un evangélico, respecto de la Biblia, es que la Escritura no es de particular interpretación como nos lo enseña   II Pedro 1-:20. Tanto el cristiano particular como BIBLIA Abierta, Libre EXAMEN
la iglesia general, están sujetos a la Palabra de Dios.
 
Así como Dios cuidó de que su revelación fuera escrita fielmente, por los siervos que para esto llamó en el pasado, cuida ahora de que sea fielmente interpretada (iluminación del Espíritu Santo), sujetándola a los mismos textos de la Escritura. La única interpretación valida de la Biblia es la bíblica: el Antiguo Testamento es fielmente interpretado por el Nuevo Testamento; los Evangelios son fielmente interpretados por los apóstoles, y éstos coronan su ministerio magisterial mostrando hasta cuál es la aplicación practica de las verdades de la fe.
 
Fundamentado en la Biblia, el cristiano puede decir confiadamente: Yo sé en quien he creído. Sabemos que esto es de Dios porque lo confirma su Palabra: Por ello, la religión de los Cristianos Evangélicos puede decirse que es la religión de un libro: la Biblia; la Biblia abierta.
 
 
 
2.- En Jesucristo hay libre acceso a Dios. La Teología medieval había elaborado toda una serie de mediadores entre Dios y los cristianos. La misma Iglesia exigía que se le reconociera ese lugar. El feligrés sólo podía recibir la gracia de Dios por los medios que le señalaba la Iglesia:    sacerdotes, sacramentos, santos. La esclavitud espiritual era real. Pero una vez abierta la   Biblia,   vino   la liberación. El cristiano sabe que sólo Fue por la muerte de Jesucristo que el velo del templo se rompió, de arriba a abajo, 
y que El nos abrió un camino vivo para tener acceso a Dios Padre. Por eso, es verdad lo que reclamó Jesucristo para sí: ¡Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mi! (Juan 14;3-6). El apóstol Pablo dirá : Porque hay un sólo Dios y un sólo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (I Timoteo 2:5). Y Juan, en su epístola dirá: Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el justo (I Juan 2: 1). Sin ningún otro intermediario más que Jesucristo, se cumple la promesa de la palabra dada por el Verbo de Dios: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos morada con él ( (I Juan 14:23).
 
El Dios que nos revela la Biblia, el Dios de los cristianos quiere tener comunión directa con sus redimidos y de hecho la establece en Jesucristo.
 
Esto no depende de ninguna jerarquía o ceremonia eclesiástica.
 
3.- La obra de Jesucristo en la cruz es perfecta.
 
La compra de indulgencias (absolución de pecados por una contraprestación económica); el purgatorio, que por el sufrimiento del pecador tiene poder purificador; la penitencia; las buenas obras, etc., 
comisión, que tenían que ser cubiertos por los mecanismos establecidos por la iglesia. No !absolutamente No!.  Sostuvieron los reformadores: Cristo pagó todo el precio del rescate de cada pecador que a él se acoge con verdadera fe y arrepentimiento. El hijo de Dios vino del cielo a salvar; y salva eficazmente. La Biblia dice: La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado, (1 Juan 1:7-9). Pedro es bastante claro: a El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas, (I Pedro S:24-25). Pero es el autor del libro a los hebreos el que pone punto final sobre el Único sacrificio que Dios acepta Para la salvación de los pecadores: Cristo fue ofrecido UNA SOLA VEZ (esto invalida la idea del sacrificio eucarístico en la misa) para llevar los pecados de muchos. Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados se ha sentado a la diestra de Dios... Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados, (hebreos 9:28 y 10:12-14). La obra de Jesucristo en ]a cruz es perfecta y completa. Ni la Iglesia, ni ningún santo ni obra, le pueden negar mérito alguno.
 
E.- El lugar de la iglesia.
Dentro del esquema espiritual y doctrinal trazado por los reformadores, con base en la Biblia, ¿dónde se ubica, entonces, la iglesia?. Ya observamos que la teología medieval reclama para la iglesia el papel de mediadora entre Dios y los hombres.

El niño, por ejemplo, para dejar de ser una criatura sin Dios, ha de recibir del sacerdote el bautismo que lo hace cristiano. A la vez, el adulto que busque el perdón de Dios por sus pecados, ha de confesarse ante el sacerdote y recibir de él la absolución. Y si se quiere tener auxilio para las luchas de la vida, el santo o la santa canonizado por la iglesia le puede otorgar sus méritos excedentes y conceder las gracias que lo fortalezcan. Si algún cristiano desea formar una familia, solo el rito que oficia el sacerdote puede santificar su unión. La iglesia como institución, así, ocupa un lugar de verdadera mediación, fuera de la cual nadie recibe la gracia de Dios.

 

Las implicaciones para la libertad espiritual, dentro de la estructura que inventó la teología medieval, son funestas. Se sucede una completa esclavitud.

 

De hecho, a eso Llevó y lleva aún en la medida en que tal esquema se aplique. Pero el regreso del cristianismo bíblico rompió con esa estructura. La Iglesia, bíblicamente no está sobre los cristianos, sino que éstos la conforman.

 

La Iglesia es la comunión “koinonia” de los santos, de los discípulos seguidores de Jesús. El término griego koinonia significa tener en· común algo con alguien.

 

Según la Biblia y La Reforma:

JESUCRISTO

ESPÍRITU SANTO

PALABRA DE DIOS

Cada cristiano ha de tener comunión personal con Dios, para poder tener comunión con los hermanos.

 

En la Iglesia bíblica se comparte, no se imparte.

 

Todos reciben de Dios Padre, de Jesucristo y del Espíritu Santo. Los ministerios son dados a la iglesia para edificación de todo el cuerpo. El Señor es quien separa a sus ministros (no la Iglesia), que por las evidencias del llamado son reconocidos por la iglesia como administradores de los misterios de Dios. (Hechos 13:2 y 1 Corintios 4: 1). La jerarquía que existe en la iglesia no es ontológica (cristianos superiores a otros cristianos), sino funcional, para el servicio de los demás miembros del Cuerpo.

Jesucristo es el Jefe y la Cabeza de la iglesia, guiada por El mediante el Espíritu Santo. La igualdad de dignidad de los cristianos, crea la verdadera comunidad koinónica, fraternal, en la que cada uno, intransferiblemente, es responsable ante el Señor, su Salvador, y ante los hermanos miembros del mismo Cuerpo.
 
F.- Del siglo XVI al XX.
 
Las referencias históricas que consideramos son mas pertinentes en cuanto a los evangélicos en el periodo que va entre el siglo de la Reforma y la epoca actual, en forma muy sucinta son las siguientes:
 
a.- El precio de la libertad. Los evangélicos debieron pagar un precio alto por su libertad espiritual. Las excomuniones no fueron lo más significativo, por la sola razón de que los evangélicos ya no querían comunión espiritual con una iglesia que se había desviado tan considerablemente de las Sagradas Escrituras, y así de Cristo.
Los mismos cristianos bíblicos reconocieron los Ministros que el Señor levantó en su medio y estos les administraron con autoridad espiritual, los sacramentos del bautismo y la eucaristía y les atendieron satisfactoriamente el cuidado pastoral. Pero los efectos de su posición con relación a la Iglesia Católica tendría consecuencias más serias: Vino la persecución. El siglo XVI termina con uno de los cuadros más vergonzosos en la historia del cristianismo: La noche de San Bartolomé. Los historiadores se refieren a este caso como La matanza de San Bartolomé.
Por razones esencialmente religiosas, literalmente, millares de protestantes franceses fueron asesinados el 24 de agosto de 1572. El historiador Justo González se refiere así a tal momento: “En el propio palacio real del Louvre, la sangre corría por las escaleras. Los dos Príncipes de la sangre protestante, Luís de Condé y Enrique de Borbón, Rey de Navarra y cuñado del rey, fueron llevados ante éste, donde se salvaron abjurando de su fe.
 
La matanza de Paris, fue la señal para que se produjeran hechos semejantes en las provincias.
 
Los de Guisa habían enviado órdenes en ese sentido y, aunque varios magistrados se negaron a cumplirlas, diciendo que no eran verdugos ni asesinos, los muertos se contaron en decenas de millares. El papa Gregorio XIII, al principio conmovido, cuando creyó que el protestantismo había sido aplastado en Francia ordeno que se cantara un Te Deum en celebración de la noche de San Bartolomé, y que se hiciera lo mismo todos los años para conmemorar el glorioso acontecimiento. (Historia ilustrada del Cristianismo, Tomo 6, pág. 177). Dentro de la tónica de la persecución, el siglo XVlI se inició con las tristemente famosas “Guerras de religión, contra los príncipes alemanes que adhirieron a la restaurada fe. Era el precio de la libertad.
 
b. Crecimiento y Expansión. Pero este período histórico se caracteriza principalmente por el crecimiento y la expansión del Cristianismo Evangélico. La fuerza del nuevo movimiento Fue incontenible. Reyes, Príncipes y pueblos enteros se adhirieron a la rejuvenecida Fe. Surgieron
Universidades protestantes que proyectaron aún más la renovación escritural del Cristianismo.
Comenzaron las misiones con proyección mundial.
 
Varios avivamientos espirituales impulsaron la nueva Fue. A este respecto, el renombrado historiador Kenneth Scout Latorurette, escribe: “Los despertamientos religiosos de la época tocaron a personas de todas las clases. En esto estaban en contraste parcial con los movimientos anteriores que hubo en la Edad Media, y eran evidencia de que el Cristianismo estaba penetrando en todos los niveles de la sociedad y estaba llegando a ser propiedad consciente de ellos”. (Historia del Cristianismo, Tomo 2, pág.34·9). Los Moravos en el centro de Europa y los Wesleyanos en Inglaterra, profundizaron la espiritualidad del cristianismo evangélico. Surgieron predicadores excepcionales.
 
El Nuevo Mundo, particularmente Norteamérica fue terreno fructífero para la rejuvenecida espiritualidad. Las misiones de evangelizadores tocan todos los continentes. La rama protestante evangélica del cristianismo se ha consolidado.
 
c. La libertad progresa. El ex presidente colombiano Alfonso López Michelsen, en su libro “Estirpe Calvinista de Nuestras Instituciones”, hace referencia al hecho ampliamente reconocido, de que con la Reforma del siglo XVI surgieron fuerzas liberadoras de la humanidad en todos los campos.
 
El progreso de la libertad fue evidente. En el campo intelectual, el hombre moderno experimento lo creativo de pensar por si mismo, sin sujeción ni a la iglesia ni al Estado. Por el movimiento protestante, los intelectuales europeos se sintieron libres de la tiranía de los credos y las organizaciones eclesiásticas, y comenzaron a buscar la verdad por sí mismos. Surgió, entonces una filosofía independiente de la iglesia, que se sintió con el 
derecho dé criticar los credos, el ministerio y el culto; en general toda la teología. Supersticiones, errores e injusticias medievales fueron erradicados.
 
En el campo político también se hizo presente el nuevo espíritu. La Reforma, para el feudalismo, fue el principio del fin. Surge, por fin, así sea teóricamente, el reconocimiento de la igualdad de todos ante la ley. Las colonias norteamericanas proclaman el lema que haría carrera: “El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.” Se acaba el despotismo del papado, de reyes y de príncipes.
 
La voluntad de Dios no se expresa por la voluntad del Príncipe, sino por la voluntad del pueblo. Y en la frontera religiosa, se consolida y profundiza la libertad, enfatizando la responsabilidad personal, intransferible, con sus tremendas implicaciones espirituales, morales y éticas. La separación de la iglesia y el Estado, promovida por los evangélicos, beneficia, a ambos. Como corolarios propios de toda esta gama de libertades, surgió por primera vez la educación popular, que en la Edad Media estaba limitada a los nobles y el clero. Igualmente, hace carrera en este período la libertad de opinión pública y el derecho de celebrar reuniones públicas. Para la Edad Moderna, el cristianismo evangélico ha significado el progreso de la libertad.
 
d. El escenario la Latinoamericano. Como este capítulo trata no de historia sino de referencias históricas, el autor se siente en libertad de invertir el orden al exponer lo que ha llamado “El escenario latinoamericano” hagamos referencia, entonces, no al ayer sí no al hoy de la presencia de los evangélicos en América Latina.

Supongamos que un investigador extranjero, no comprometido con ninguna creencia, observara el escenario religioso latinoamericano. ¿Qué destacaría como lo más llamativo e interesante?.

 

Es evidente que la iglesia católica es, aún, la iglesia mayoritaria en el subcontinente. Según las estadísticas, en América Latina se concentra el 42% del catolicismo mundial. No obstante ese hecho, que Líderes religiosos, como el cardenal Alfonso López Trujillo denomina “el hecho católico” ahora surge lo que es imperativo que llamemos “el hecho evangélico”. Tal vez lo más destacado en el escenario religioso latinoamericano sea el protagonismo de los llamados “Evangélicos”.

Esta rama del cristianismo, evidencia hoy una vitalidad difícilmente comparable con ningún otro momento del cristianismo moderno. En 1985 se estimaba que ingresaban a las iglesias evangélicas un promedio de cuatrocientas personas por hora. Los que han seguido de cerca este proceso religioso, nos indican que para 1992 tal promedio subió a mil doscientas personas por hora. Por esta razón, el conocido CT Institute, de Norteamérica, tituló su informe de abril 6 de 1992 con la sugestiva pregunta : ¿Why is Latin América Turning Protestant?, (¿Porqué América Latina se vuelve protestante?).

 

El investigador peruano Samuel Escobar hace referencia a este escenario en los siguientes términos: “El acelerado crecimiento y la presencia masiva del protestantismo popular en América Latina en las últimas décadas, se ha convertido en una de las realidades misiológicas más desconcertantes y desafiantes de nuestro tiempo”.

Algunos observadores católicos Ilegan al punto de decir, que es posible que el protestantismo popular llegue a ser la fuerza religiosa predominante de América Latina antes de iniciar el Tercer milenio. Si las actuales tasas de crecimiento continúan , habrá una mayoría evangélica en América Latina a principios del siglo veintiuno. Bien podría ser el movimiento que porte las semillas para reformar y completar la misión cristiana en América Latina, y, desde América Latina, hacia otras partes del mundo.
 
También podría ser la fuente religiosa de nuevas formas de participación social y política de las clases y subculturas emergentes, que están transformando los mapas sociológicos y políticos de la región”. (citado por Valdir Steuernagel, en “La misión de la Iglesia” Varitec S.A., San José, Costa Rica).
 
En lo dicho por Escobar, observamos tres hipótesis de la mayor trascendencia para determinar el cuadro religioso latinoamericano, en perspectiva casi inmediata:
 
1. Es posible que el protestantismo (los evangélicos) llegue a ser la fuerza religiosa predominante en América Latina en menos de diez años (Escobar escribe en 1991);
 
2. A cargo del cristianismo evangélico estaría el completar la misión cristiana en América Latina y la de proyectarla a otras latitudes;
 
3. Los cristianos evangélicos podrían ser la Fuente religiosa que elabore nuevas formas de participación social y política en América Latina.
Al observar con más detalle el escenario religioso latinoamericano, sorprende la diversidad dinámica de ministerios que se están implementando por parte de los evangélicos. Se atienden fronteras educacionales (escuelas, colegios, universidades, institutos, seminarios): sociales (centros médicos, clínicas, hospitales, centros de atención a drogadictos, madres solteras, gamines, etc., programas de elevación socio económica, etc.); misionales y Evangelístico (por tres veces en los últimos veinte años se han reunido delegados de toda América Latina para proyectar la evangelización de la región y, desde América Latina, a todo el mundo; CLADE es la sigla de tales conferencias: (I Congreso Latinoamericano de Evangelización: En Brasil se Llevó a cabo recientemente un congreso latinoamericano para profundizar el compromiso misionero mundial, desde América Latina); de integración y edificación pastoral (en Colombia, como en los demás países latinoamericanos, se han incrementado las llamadas “Asociaciones de Pastores” con tal intensidad que en nuestro País se contabilizan treinta y siete de estas agrupaciones).
 
El interrelacionamiento y la interacción denominaciones han sido implementados y profundizados por asociaciones subregionales de mucho apoyo a todas las iglesias nacionales. El Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) y la Confraternidad de Iglesias Evangélicas (COMELA), son escenarios de impulso y estímulo en áreas tanto sociales como evangélicas y aun pastorales y misiológicas con proyección mundial, desde América Latina. También es digno de destacarse el
surgimiento de una fraternidad latinoamericana de teólogos evangélicos de la región (E.T.L.).
 
El autor requerido, Samuel Escobar, cita a su vez al estudioso mejicano Gonzalo Báez Camargo, quién comenta un hecho de la mayor significación en cuanto al fenómeno religioso que examinamos. Es el de la latinoamericanización del estamento evangélico. Dice: “La fe evangélica se ha naturalizado, ha echado raíces firmes en Latinoamérica”. Otro estudioso mejicano, años antes de Baéz Camargo, Alberto Rembao, describía en 1981 a la comunidad evangélica latinoamericana diciendo que “no es la débil congregación de conscriptos que giran en torno de los círculos filantrópicos de misioneros extranjeros, sino más bien un poderosísimo fermento con suficiente energía de radiación como para alterar, para bien, la atmósfera social y el clima espiritual del continente entero”. (Evangélica Faith in Latín American Culture, pág. 126).
 
El misiologo católico kanz Damen, en su libro “Las Sectas, Avalancha o Desafío” (Cochabamba, Bolivia, 1987), opina que la actual migración de grandes cantidades de población del catolicismo a movimientos sectarios en América Latina, es cuantitativamente mayor que el movimiento de
católicos al protestantismo de Europa en el siglo dieciséis”. (pag.55). Con esta interpretación católica de la realidad del panorama latinoamericano, percibimos el alcance que tiene para la fisonomía espiritual del subcontinente la presencia de los evangélicos.
Pero el campo religioso no es el único conmocionado por la presencia de los evangélicos.
 
Las fronteras políticas, económicas y sociales, también reciben su influencia. Recurramos de nuevo al investigador peruano Samuel Escobar. Su personal interpretación de lo que percibe en América Latina, es que los evangélicos son una “Fuerza de modernización y democratización”. En 1967, Escobar opinaba que “una vez establecido el protestantismo, éste se convierte en un factor que contribuye al cambio social, pues la orientación de valores -que puede describirse como ética protestante- les permite a los convertidos funcionar mejor en la nueva situación, creada por la industrialización, urbanización, migración interna y apertura de fronteras” (Ibid, pág.248).
                                                 
El escenario religioso latinoamericano, en suma, nos indica que los evangélicos son un fenomeno de amplio significado espiritual, social y político, y que es, de todas maneras, incontenible e irreversible. Su debido encauzamiento podrá aportarle al subcontinente recursos frescos de variado espectro, para el mejor destino de América Latina, en opinión de los evangélicos mismos y de tantos simpatizantes de ellos.

BIBLIOGRAFÍA PARA CONSULTA
González, Justo L., Historia del Cristianismo, lO Tomos,
Editorial, Caribe, San José Costa Rica, 1984.
 
Latourette, Kenneth Scott, Historia del Cristianismo, (2 Tomos),
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Muirhead., H.H. Historia del Cristianismo, (3 Tomos), C.B.P.,
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Lindasay, Tomas M. Historia de la Reforma (2 Tomos), C.U.P.
México, D.F. 1959
 
Varetto, Juan C. La Reforma Religiosa del Siglo XVI, Junta de
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Michols, Robert Hastings Historia da lgreja Crista,
C.E.P. Sao Paulo, Brasil, 195O.
 
 
 
 
 
 

 

 

 
  UNION CRISTIANA
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  Tiempo para Cristo
 
Para que todos sean uno; Padre Celestial, como Tú en mí y yo en Tí.
San Juan 17: 21
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